lunes, 14 de noviembre de 2011
11.11.11 Camino
Cierro los ojos, pasa un segundo y estoy a la mitad del pasillo, todo es muy diferente, la luz en el interior es muy confortable...
Ahora estoy en un "lapsus", donde con mi vista trato de recorrer todo el lugar, todo es nuevo para mi, el espacio, los muebles, mi lugar...
Traigo un pantalón azul de mezclilla, entallado como casi todos, mi camisa y un chaleco, no puedo decir la hora exacta que es, pero por la luz que entra a la oficina se que es la mañana. Llega alguien y me saca de ese "lapsus" me comienza a bombardear con preguntas, no lo conozco! también es un desconocido!!, no se como es que le puedo responder, en mi mente tengo todo grabado y es como si yo llevara la secuencia, tengo respuestas para todo! sigue preguntando.
El día transcurre muy agitado, termino de ver un tema, y tengo otro esperando. Aún no me tomo mi chocolate, ya lo necesito, necesito fuerzas.
Por alguna razón, la cual también desconozco estoy emocionado, ansioso, feliz muy feliz! me gana la curiosidad, no se que es, pero me dan las fuerza para seguir, algo en mi interior dice que esta por pasar algo muy bueno, no lo sé...
Me estoy mirando a lo lejos, estoy observando cada uno de mis pasos, mientras tanto el que esta siendo observado lo nota, pero no sabe quien lo mira de esa forma.
Así transcurre el tiempo, voy a todos lados, entro y salgo de la oficina, estoy con personas diferentes cada cuarenta minutos, de verdad que el día es pesado, se esta portando duro, lo esta haciendo...
De repente, así como llegué al pasillo, así como había mucha gente, todo vuelve a la calma, miro el reloj y es la hora de comer, automáticamente tomo el paso, como si lo conociera, todo muy familiar.
Estoy llegando al vestíbulo, hay una sala de espera.
Te miro a lo lejos y ahora entiendo el porque de mi felicidad, me acerco despacio hacia ti, en cada paso que doy recuerdo tu historia, recuerdo la mía, tus ojos, tu sonrisa, tu olor, tu humor, tu piel, tus pies.
Tienes la mirada baja (nunca te lo había dicho, me gusta verte desde ese ángulo, recuerdo las tecates en el centro, recuerdo que te mire igual y fue algo hermoso), estas como desesperada...
No te das cuenta de mi presencia, hasta que miras mis zapatos, tu estas sentada y yo me arrodillo y te busco, tu sonrisa es fantástica, no dices nada, solo me abrazas y me das un beso, tomas mi mano y la llevas a tu vientre...
Son las ocho de la mañana, es sábado, las persianas tratan de detener el paso del Sol.
Me levanto y pegan en mi cara, en mi mente estás tú ahora y esa sensación de felicidad que me diste por un instante, no te vayas por favor, quiero despertarme así todos los días.
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